(Publicado en el periódico SUN de Los Angeles (California) el 23/07/85)
El Papa Juan XXIII, cuya alma es
acreditada con miles de hechos milagrosos en curaciones de enfermedades y gente
moribunda a través de todo el Mundo, tuvo varios encuentros íntimos con seres
extraterrestres. Uno de ellos muy especial y bien documentado, tuvo lugar en la
residencia veraniega del Papa en Castell Gandolfo, en 1.961.
Según declaró uno de los
asistentes de su Santidad, el líder espiritual tuvo este encuentro con seres de
otro planeta justamente dos años antes de su muerte:
El Papa y yo estábamos andando a
través del jardín una noche de Julio de 1.961. cuando observamos sobre
nuestrascabezas una naves, recordó este asistente. Era de forma oval y tenía
luces intermitentes azules y ámbar. La nave pareció sobrevolar nuestras cabezas
por unos minutos, luego aterrizó sobre el césped en el lado Sur del jardín. Un
extraño ser salió de la nave; parecía un humano a excepción de que estaba
rodeado de una luz dorada y tenía orejas alargadas. Su Santidad y yo nos
arrodillamos. No sabíamos lo que estábamos viendo. pero supimos que no era de
este mundo, por lo tanto debía ser un acontecimiento celestial. Rezamos y
cuando levantamos nuestras cabezas, el ser estaba todavía allí. Eso fue la
prueba de que no habíamos tenido una visión.
El Santo Padre se levantó y
caminó hacia el ser. Los dos estuvieron de 15 a 20 minutos, parecían hablar
intensamente. Ellos no me llamaron, así que permanecí donde estaba y no pude
oir nada de lo que hablaron. El ser dio la vuelta y caminó hacia su nave. enseguida
se marchó. Su Santidad se dio la vuelta hacia mí y me dijo: Los hijos de DIOS
están en todas partes; algunas veces tenemos dificultad en reconocer a nuestros
propios hermanos.
Este asistente dijo también que
el Papa Juan nunca habló con el sobre esta experiencia. Después que el ser
extraterrestre retornó a su nave y despegó, el Papa y yo continuamos nuestro
paseo como si nada hubiera pasado. Varias veces después de aquel suceso el Papa
y el asistente caminaron a través del jardín, y sus ojos miraban hacia el
Cielo. El nunca dijo nada de platillos volantes, pero estoy seguro que ambos
teníamos a los visitantes extraterrenos en nuestras mentes.
En pocas ocasiones el Papa fue de
paseo solo. Algunas veces el asistente estaba seguro de que había Ovnis en el
área. Veía sus luces intermitentes, pero desde que su Santidad y yo paseamos
juntos no puedo decir si El los vió o no.
Hasta aquí lo publicado en el
citado periódico de Los Angeles.
Juan XXIII ha sido uno de los
personajes más carismáticos e importantes de este siglo. Aunque han pasado
muchos años desde que Juan XXIII murió, esta religiosa y valiente figura es
todavía orada y admirada por muchos devotos seguidores. Algunos de ellos
reivindican haber recibido milagros curativos después de rezarle. La señora
Lorainne Rambeau de Paris (Francia) estaba a punto de morir de un cáncer de
estómago. Ella rezó por nueve días al Papa, después dejó de rezar y el cáncer
se le curó.
Por otro lado. en el libro Las
Profecías del Papa Juan XXIII de Pir Carpi, y en sus pág. 188 y 189 se puede
leer el texto siguiente Las luces del Cielo serán rojas, azules y verdes, y
veloces. Crecerán. Alguien viene de lejos. Quiere conocer a los hombres de la
tierra. Ya ha habido encuentros. Pero quién vio realmente ha guardado silencio.
Magnífico el testimonio que nos
presenta Juan XXIII en estas líneas de sus Profecías. En ellas nos hace una
clara alusión a los Ovnis. A los extraterrestres que vienen de lejos. Y nos
afirma que ha habido encuentros con estos seres del espacio.
Así mismo la alusión de los Ovnis
y extraterrestres que nos presenta Juan XXIII en sus Profecías lo que hacen es
darle mayor consistencia y credibilidad al relato de su asistente.
En el año 1 935, mientras se
celebraba un ritual de iniciación en un templo de Rosacruz, uno de los allí
presentes se puso a hablar con una voz que no era la suya. El gran canciller de
la Orden transcribió todo lo que el hermano decía y que en 1 976 se público en
un libro titulado “Le profezie di Papa Giovanni” pues el hermano no era otro
que Angelo Roncalli, arzobispo de Mesembria que más tarde accedería al
pontificio con el nombre de Juan XXIII.
Las horas nocturnas con su
habitación inmersa de una misteriosa luz que vivió el Papa Juan XXIII en el
mismo Vaticano, tenían una explicación la cual se hallo en un viejo libro
escrito por el mismo Papa, en donde relata las celestiales visitas que recibía
y especifica las largas conversaciones que mantuvo con la Virgen y con Dios. El
primer encuentro entre Dios y Juan XXIII ocurrió el 12 de febrero de 1 959,
luego recibió otra visitas en donde Dios y la virgen hacían una revelación
sobre el trágico futuro que le esperaba a la humanidad. En este diario el Papa
habla del asesinato de un líder político muy importante y de la entrada de un
país muy poderoso en una guerra que nunca ganara. También habla de los
conflictos entre Israel y Palestina. Juan XXIII relata que la Virgen con
lagrimas en los ojos le describió la tragedia que vivirá la tierra en la que
Ella nació, una tierra teñida de sangre, como un grupo de locos enviaran a su
pueblo a una guerra en nombre de Dios. Están equivocados, porque el Creador no
desea que los hermanos se maten entre si por El. Juan XXIII menciona que dios
le obligo a guardar silencio hasta que llegue el momento adecuado. Habla
también de la caída del comunismo, de las guerras en varias naciones de la
Europa del Este, de la terrible hambruna que asolara el planeta después de los
años 90’s y de una nueva y terrible enfermedad que devastara el mundo a partir
de 1 984. El 2 de Julio de 1 962 recibió la ultima visita de la Virgen quien le
dio noticias alentadoras para un mundo destruido, la alegría seria traída por
extraños visitantes que aparecerán en la Tierra venidos de otros planetas,
ellos vendrán a sembrar la paz. También se podrá ver en el cielo la imagen del
Mesías. El anunciara el comienzo de un segundo paraíso en el planeta Tierra.
Según datos confidenciales, tres días antes de su muerte, Juan XXIII recibió un
mensaje de los seres del espacio. Juan XXIII revelo, en la medida que pudo, el
tercer secreto de Fátima y profetizo acontecimientos que tenían que ver con la
política, el espacio, el futuro del planeta y con Kennedy...
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