La humanidad ha sufrido
innumerables eventos naturales que la han puesto en peligro de muerte sin
embargo hasta ahora ha salido victoriosa. Durante el año
2011 se notificaron a la humanidad a través de los medios de observación y registro
profesionales sobre las tormentas solares o tormentas geomagnéticas, tal es el
caso de las ocurridas el 15 de febrero del 2011 y del 9 de agosto del
2011, entre otras registradas por los organismos seguidores de las mismas de
Estados Unidos, Europa y Rusia.
A pesar de la información
existente de este fenómeno natural del Sol como astro activo y en constante
movimiento en ciclos de actividad, la información parece no llegar ampliamente
a todos los países ya que se da la impresión de que a los países en vías de
desarrollo lo han dejado por fuera de estos importantes eventos naturales que
nos afecta a todos los habitantes de nuestro maltratado planeta Tierra
prefiriendo enviarles a través de los medios de comunicación globalizados la
continua programación "chatarra" o "idiotizante", programas
musicales, concursos, de belleza y baile; mientras que ellos trabajan en el
problema para apropiarse de las mejores soluciones ante este catastrófico
evento global y ser los primeros en manejar la información para su propio beneficio
dejando a un lado al resto de los países. Sin embargo, la información se ha
dado a todos y lo más importante es analizarla y tomar medidas preventivas a
tiempo salvaguardando a la humanidad de esta terrible amenaza.
El Sol es un astro luminoso o estrella
que irradia luz y calor, forma el Sistema Solar de la galaxia llamada Vía
Láctea en el Universo del cual, el planeta Tierra, forma parte y del cual
nosotros, los seres vivos dependemos de todo este perfecto sistema complejo de
acción y reacción, de luz y calor.
El Sol como una gran esfera de
gases incandescentes tiene un núcleo y su materia está en estado líquido o
plasmático, la superficie aparente del Sol es denominada "esfera de
luz" o fotosfera, y alrededor de esta se extiende otra capa de vapores
incandescentes y coloridos llamada cromosfera, cubierta a su vez por la corona
que es un gigantesca halo de gases que envuelven al Sol. Igualmente en el Sol
se observan porciones más brillantes denominadas "fáculas" y otras
oscuras llamadas "manchas", con enormes prominencias luminosas
formadas por gases de hidrógeno y helio que parten de la fotosfera como enormes
lenguas de fuego, hasta alcanzar más allá de la cromosfera, produciéndose
también una llamarada solar o una rápida liberación de energía de una región
específica en el Sol en la forma de radiación electromagnética, partículas
energéticas y movimientos de masa, en donde la radiación electromagnética viaja
por el espacio a la velocidad de la luz y se propaga por la interacción de
campos eléctricos y magnéticos oscilantes.
Por todo lo anteriormente citado,
surgió la inquietud de cuáles serían los efectos devastadores de estas
radiaciones electromagnéticas o de una tormenta solar sobre la vida en el
planeta Tierra, debido a que en declaraciones recientes de prensa de algunos
científicos de la NASA (NASA, siglas que en español significa Aeronáutica
Nacional y Administración Espacial, National Aeronautics and Space
Administration, siglas en inglés), como el doctor Julian M. Mc Dean y el doctor
Assis Muller, aseguraron la existencia de tormentas solares ocurridas en los
últimos años y que se van acrecentando, poniendo en peligro la vida en la
superficie terrestre, expuesta a estos mortales rayos. Igualmente estas
declaraciones están ampliamente detalladas en la agencia internacional de
noticias rusas, Rianovosti, con detalles de imágenes de satélites y demás;
perfilándose así un caos global a lo cual debemos estar atentos como
principales afectados de este Gran Evento Natural Externo Estelar.
El problema de una potente
llamarada solar
Como problema principal tenemos
que, una intensa actividad en nuestro Sol ardiente provoca la acumulación de
energía magnética en su atmósfera que en ocasiones es liberada repentina y
rápidamente, enviando una llamarada de radiación equivalente a millones de
bombas de hidrógeno y energía hasta 10 millones de veces mayor que una erupción
volcánica.
Lo que a la Tierra, como astro
cercano al Sol, llega no es una onda de calor sino un intenso bombardeo de
radiación y partículas cargadas con energía, o neutrinos, que son partículas
subatómicas de tipo fermiónico, sin carga y espín ½ (Wikipedia), siendo la
atmósfera terrestre la encargada de protegernos de esta terrible radiación a
que los mismos astronautas están expuestos y las enormes antenas de
instalaciones aeroespaciales pudiesen convertirse en antenas que atraigan la
energía bombardeada por estas llamaradas solares causando así gran daño a sus
estructuras.
Cables de telecomunicaciones,
líneas de alta tensión, tuberías y estructuras similares de longitud
considerables pueden hacer el papel de antenas y atraer la energía bombardeada
por estas llamaradas solares.
Por lo tanto, es la intención de
este informe preliminar dar a conocer los efectos devastadores de una tormenta
solar para la humanidad ya que definitivamente seguiremos expuestos a sus
radiaciones en los próximos años, haciéndose necesario una información
actualizada, veraz y didáctica sobre dicho fenómeno global.
La Tierra como planeta seguirá
existiendo, como cuerpo opaco del Sistema Solar pero toda la capa de vida que
forma su superficie podría extinguirse por este evento catastrófico que nos
amenaza marcando el fin de un ciclo de vida en la historia de nuestro planeta;
sin embargo, esto está por verse.
Como justificación de este
informe se dice que toda actividad solar en los últimos años está siendo
minuciosamente seguida por los expertos a fin de predecir las próximas
tormentas solares que podrían acabar con la vida en la Tierra iniciando un
nuevo ciclo y con una nueva humanidad luego de tan impresionante desastre
global.
Los constantes cambios climáticos
en el mundo y en nuestro país, los cambios de temperatura, flora y fauna en una
misma temporada, las constantes fallas de sistemas electrónicos satelitales, la
posibilidad de que las comunicaciones colapsen en los últimos años a nivel
global, prestan principal atención en la realización de esta investigación
científica.
Los eventos naturales de gran
magnitud como los sismos, inundaciones y en este caso un evento natural externo
a nuestro planeta, una tormenta solar o geomagnética, aterran a la humanidad y
la pone indefensa, sin embargo hay esperanza para todos nosotros los seres
humanos.
¿Qué es una tormenta solar o
tormenta geomagnética y cómo puede afectarnos?
Según definiciones de la
Aeronáutica Nacional y Administración Espacial, National Aeronautics and Space
Administration, por sus siglas en inglés, NASA, se dice que:
Llamarada Solar. Es una rápida
liberación de energía de una región específica en el Sol en la forma de
radiación electromagnética, partículas energéticas y movimientos de masa.
Radiación Electromagnética. Es
una radiación que viaja por el espacio a la velocidad de la luz y se propaga
por la interacción de campos eléctricos y magnéticos oscilantes.
Las áreas en el hemisferio Norte
son las más susceptibles de verse afectadas dada su cercanía al Polo Norte, el
cual tiende a atraer gran parte de la energía que llega a la tierra. De hecho
las llamaradas solares causan espectaculares auroras boreales.
Pero con la globalización e
intercomunicación de sistemas a nivel mundial y el uso internacional y
compartido de satélites y sistemas internacionales, que pudieran verse
afectados por estas "tormentas" solares, todos probablemente estamos
expuestos a sentir sus efectos o consecuencias en los próximos años.
El incremento en la cantidad de
satélites orbitando la tierra y la interconexión de sistemas de distribución de
energía eléctrica, telecomunicaciones y transmisión de señales de televisión,
radio, video, audio y datos en los cuales la sociedad actual depende para su
desenvolvimiento diario crean el escenario para un mayor impacto en nuestras
vidas de estas poco conocidas tormentas o llamaradas solares.
Principales efectos y
consecuencias de las tormentas solares:
Entre los principales efectos y
problemas que pueden causar las llamaradas y tormentas solares se encuentran:
1. Alteración de la órbita de
satélites: Las capas superiores de la atmósfera se expanden como consecuencia
de su ionización lo cual puede interferir con la órbita de satélites de
"baja" altura.
2. Comportamiento errático de
equipo electrónico en satélites: Cargas eléctricas pueden acumularse en la
superficie de los satélites, provocando falsas señales e iniciando
procedimientos correctivos innecesarios. De hecho, esto ya ocurrió con un
satélite cuyos motores de impulso comenzaron a activarse, sacándolo de curso.
3. Mala comunicación con satélites:
Aún en el caso de los satélites militares y otros equipos más modernos,
diseñados para resistir grandes cantidades de radiación y que no se verían
dañados por la misma, su transmisión de información a la tierra puede verse
afectada en los momentos en que una llamarada o tormenta solar afecte a la
Tierra. El uso de modernos componentes cada vez más pequeños hace algunos
satélites más susceptibles a la radiación.
4. Servicios de voz, data y video
degradados o interrumpidos: Los cada vez más comunes servicios que usan
satélites para enviar transmitir datos, voz y video y comunicar sistemas y
personas alrededor del globo podrán verse degradados e incluso suspendidos por
tormentas y llamaradas solares.
5. Peligro para astronautas y sus
instrumentos: Las partículas energéticas aceleradas de las llamaradas solares
pueden resultar dañinas para cosmonautas y los instrumentos electrónicos en uso
en el espacio, aunque en general estos se encuentran a salvo dentro de sus
naves o estaciones espaciales. Pero las misiones de exploración fuera de cabina
deberán proporcionar protección y vigilancia para los tripulantes ante las
radiaciones solares.
6. Interrupciones del fluido
eléctrico en grandes áreas: Los pulsos electromagnéticos pueden sobrecargar los
sistemas de energía eléctrica y provocar interrupciones, en particular en
grandes sistemas compuestos por la interconexión de múltiples redes de
distribución.
7. Interrupción del servicio GPS:
Es cada vez mayor en gran parte de las actividades de navegación, exploración y
transporte, tanto a nivel civil como militar y en tierra, aire y mar, el uso
del Sistema de Posicionamiento Global o GPS para identificar y monitorear
automáticamente la posición de un navío, persona o móvil en cualquier punto del
globo. Los equipos de GPS dependen en su totalidad de una red de satélites
orbitando alrededor de la Tierra, cuyas señales combina para determinar y
proporcionar la ubicación exacta donde nos encontramos. Si fallan los
satélites, los sistemas de GPS estarán incapacitados de proporcionar
información adecuada o asistir en la corrección de rumbo, cálculo de
distancias, períodos de travesía y ubicación específica en una zona. Tómese en
cuenta que el Sistema GPS es de importancia vital en maniobras militares y
operaciones a distancia, las cuales podrán ver su precisión reducida a un
margen de error de 10 a 100 metros (según informes militares) o en
circunstancias críticas prescindir por completo del servicio.
8. Problemas con radares: Los
radares en tierra podrán ver afectado su funcionamiento, debido al
"ruido" provocado por las tormentas, dejando sus informaciones
carentes de valor o incluso con datos errados.
9. Interrupción de señales de
radio: Señales de radio de larga distancia pueden interrumpirse como
consecuencia de cambios en la ionosfera terrestre.
10. Dificultades con la
televisión por cable y vía satélite: Los problemas arriba mencionados pueden
afectar también los satélites de transmisión televisiva, resultando en
problemas en la difusión de la programación.
11. Problemas con teléfonos
celulares y radios portátiles: Que usan la ionosfera para enviar señales de
radio, así como aquellos que dependen de satélites para su comunicación.
Documentación de los efectos de
una segunda tormenta solar que llegaron a la Tierra
Una enorme tormenta magnética
solar llegó el jueves 10 de marzo de 2011 a la Tierra, un día después de que la
anterior golpeara el planeta, un hecho que fue calificado por astrónomos como
sin precedentes por la secuencia. Estas son unas de las tantas tormentas
solares ya documentadas por los organismos espaciales de observación
estadounidenses y rusos.
"Es como si la Tierra
estuviese frente a un gigantesco cañón que apunta desde el Sol (...) y que nos
hubiera disparado dos andanadas", dijo John Kohl, del Centro para
Astrofísica de Harvard-Smithsonian en Massachusetts.
Kohl, el principal investigador
de un instrumento situado en el observador solar SOHO de la NASA, dijo que la
probabilidad de dos enormes llamaradas dirigidas directamente a la Tierra en
tan poco espacio de tiempo era algo "sin precedentes (...) que es como una
anomalía estadística".
Dijo que la segunda tormenta
solar ocurrida en el presenta año 2011, conocida como una eyección de masa
coronal, se desgajó del Sol alrededor de las 2100 GMT del miércoles. Partículas
cargadas comenzaron a llegar a la Tierra alrededor de las 1500 GMT del jueves.
Esto fue justo 24 horas después
de que la eyección anterior fuera detectada en la Tierra, que llegó alrededor
de las 0600 GMT del miércoles.
La segunda andanada del Sol se
movía incluso más rápidamente que la primera y algunas partículas de la primera
todavía eran detectables mientras llegaban las otras, dijo Kohl en una
entrevista telefónica.
Mientras tales tormentas solares
no entrañan peligro para los humanos, las partículas cargadas pueden afectar a
las redes eléctricas, a los satélites y a otros equipos. También pueden crear
espectaculares auroras boreales.
La Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, que tiene a su cargo el centro de
aviso de actividades como las solares, dijo que la tormenta del miércoles había
originado auroras boreales vistas hasta El Paso, en el estado de Texas.
Las tormentas de rayos X y de
radiación solar ocupan el segundo lugar en los fenómenos registrados en los
últimos ciclos de 11 años, según los datos de la administración. Datos de
ciclos solares se han guardado desde 1775. Actualmente nos encontramos al final
del ciclo vigésimo tercero.
La tormenta de partículas
geomagnéticas del miércoles midió G5, un nivel extremo, convirtiéndola en una
de las tres o cuatro más fuertes registradas en el último ciclo de 11 años.
Como contraste, Kohl dijo que la tormenta del jueves era del orden de K8, alta,
pero no tan intensa como la previa.
Etapas de una tormenta solar:
1ª etapa - Erupción solar: tarda
solamente 8 minutos en llegar a la tierra. la radiación electromagnética es
capaz de interrumpir las comunicaciones. La erupción solar expande la atmósfera
hasta alcanzar las órbitas de los satélites, alterando sus órbitas y provocando
su caída a la superficie de la Tierra.
2ª etapa - Tormenta de Radiación:
un bombardeo de radiación que puede quemar los circuitos eléctricos y dañar a
las personas expuestas; aún cuando la atmósfera y la magnetósfera actúan a modo
de escudo para evitar este tipo de efectos.
3ª etapa - Eyección de Masa
Coronal (en inglés CME): Esta es la onda más peligrosa ya que, en el caso de
estar orientada hacia el sur, daña los satélites, todos los transformadores
eléctricos por los que pase electricidad y las comunicaciones en todo el
planeta. Si está orientada al norte, rebotará en la magnetosfera.
El caso de una Tormenta solar de
1859 o fulguración de Carrington
Revisando los posibles casos de
tormentas solares ocurridas se encontró que en el año 1859 se produjo una gran
fulguración solar. La tormenta solar de 1859 fue la más potente registrada en
la historia. A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban al
sur hasta el Caribe. El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó
el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte.
Parece que este tipo de situaciones sólo se produce cada 500 años
aproximadamente, según los estudios de muestras de hielo. Parece que los
primeros indicios de este incidente se detectaron a partir del 28 de agosto de
1859 cuando por toda Norte América se vieron auroras boreales. Se vieron
intensas cortinas de luz, desde Maine hasta Florida. Incluso en Cuba los
capitanes de barco registraron en los cuadernos de bitácora la aparición de
luces cobrizas cerca del zenit. En aquella época los cables del telégrafo,
invento que había empezado a funcionar en 1843 en los Estados Unidos, sufrieron
cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Europa
como en Norteamérica. Se observaron auroras en zonas de baja latitud, como
Roma, Madrid, La Habana y las islas Hawai, entre otras. En las Islas Baleares
encontramos una referencia en el "Diario de Menorca", año 2 número
237 del 4 de septiembre de 1859.
A veces, se habla de la
fulguración de Carrington debido a que este científico hacía unos bocetos de un
grupo de manchas solares el jueves primero de septiembre debido a la dimensión
de las regiones oscuras, cuando, a las 11:18, se dio cuenta de un intenso
estallido de luz blanca que parecía salir de dos puntos del grupo de manchas.
Quiso compartir el espectáculo con alguien pero no había nadie más en el
observatorio. Diecisiete horas más tarde una segunda oleada de auroras boreales
convirtió la noche en día en toda Norte América hasta Panamá. Algunos ejemplos
ilustran la magnitud de este hecho: se podía leer el periódico bajo la luz
entre roja y verdosa de las auroras, mientras que los mineros de oro de las
Montañas Rocosas se levantaron y merendaron de madrugada, creían que el Sol
salía detrás una cortina de nubes! A la sazón había muy pocos aparatos
eléctricos, pero los pocos que había dejaron de funcionar, por ejemplo, los
sistemas telegráficos dejaron de funcionar en Europa y Norte América.
Si la *tormenta de Carrington no
tuvo consecuencias brutales fue debido a que nuestra civilización tecnológica
todavía estaba en sus inicios: si se diese hoy los satélites artificiales
dejarían de funcionar, las comunicaciones de radio se interrumpirían y los
apagones eléctricos tendrían proporciones continentales y los servicios
quedarían interrumpidos durante semanas. Según los registros obtenidos de las
muestras de hielo una fulguración solar de esta magnitud no se ha producido en
los últimos 500 años, aunque se producen tormentas solares relativamente
fuertes cada cincuenta años, la última el 13 de noviembre de 1960.
Cuando un gramo de hidrógeno se
transforma por fusión nuclear en 0,93 gramos de helio, se liberan 50.000 kWh de
energía. Esta energía se transmite primero por radiación dentro de una capa
esférica —zona radiante— de 500.000 km de grueso y después se transmite por
convección a través de otra capa esférica de 200.000 km—zona convectiva. Esta
capa de convección es como un líquido en ebullición: por esto el Sol presenta
con fuerte ampliación óptica una superficie granulada correspondiente a la
cumbre de las células convectivas. La estructura granulada cambia de forma
rápidamente (como cambia la superficie del agua hirviendo) y una unidad de la
granulación se ve aparecer y desaparecer en diez o quince minutos. Con estas
dos clases de transporte, la energía producida al núcleo solar ya puede escapar
del Sol y radiar en todas direcciones.
La mayoría de estas tormentas
solares producen auroras boreales en las regiones árticas que comparadas con
los fenómenos meteorológicos parecerían un pequeño aguacero, pero a veces, el
Sol larga un auténtico vendaval.
Nadie vivo hoy ha experimentado
una tormenta de estas proporciones, pero Kenneth G. McCracken de la Universidad
de Maryland descubrió en los núcleos de muestras de hielo de la Antártida y
Groenlandia aumentos bruscos de nitratos, que ya se conocía que correspondían a
intensas ráfagas de viento solar. La anomalía de nitratos de 1859 es la mayor
en 500 años y equivale a la suma de episodios más importantes en los últimos 40
años.
La próxima tormenta solar
Una tormenta solar de esta
magnitud tendría graves consecuencias para la civilización actual. Los rayos
cósmicos erosionan los paneles solares de los satélites artificiales y reducen
su capacidad para generar electricidad. Muchos satélites de comunicaciones, por
ejemplo la ANIK E1 y la E2 en 1994 y Telstar 401 de 1997 han resultado dañados
por este motivo. Un caso un poco diferente se debe a la expansión de la
atmósfera por los rayos X que produjo daños al Asko japonés el 14 de julio de
2000.
Los satélites artificiales han
sido diseñados específicamente para evitar las calamidades del clima espacial,
pero las redes eléctricas son incluso más frágiles. Los grandes transformadores
están conectados a tierra y, por tanto, pueden ser susceptibles de ser dañados
por las corrientes continuas inducidas por las perturbaciones geomagnéticas y
aunque los transformadores evitasen la destrucción de los núcleos magnéticos se
podrían cargar durante la mitad del ciclo de corriente alterna, lo que
distorsionaría la forma de las ondas de 50 o 60 Hertz.
En el año 1859, el invento del
telégrafo se había producido 15 años atrás y la infraestructura eléctrica
estaba realmente en su infancia. La tormenta solar de 1994 causó errores en dos
satélites de comunicaciones, afectando a los periódicos, las redes de
televisión y el servicio de radio en Canadá. Otras tormentas han afectado
sistemas desde servicios móviles y señales de TV hasta sistemas GPS y redes de
electricidad. En marzo de 1989, una tormenta solar mucho menos intensa que la
perfecta tormenta espacial de 1859, provocó que la planta hidroeléctrica de
Quebec (Canadá) se detuviera durante más de nueve horas; los daños y la pérdida
de ingresos resultante se estiman en cientos de millones de dólares.
Como señala una página web de la
Universidad George Washington "la meteorología espacial, que es el
resultado de los rayos X y de partículas de alta energía del Sol que
interactúan de manera compleja con la Tierra, atmósfera y campo magnético, a
menudo afectan a los modernos sistemas tecnológicos negativamente (por ejemplo,
satélites, la red eléctrica, la radio), causando pérdidas económicas y sociales
en las latitudes altas de la Tierra, como el norte de Estados Unidos, Canadá,
Escandinavia y Rusia, que están en particular riesgo porque los campos
magnéticos convergen en estas regiones ".
La NASA anuncia que una tempestad
solar puede causar un desastre en 2012
Un reciente informe (un dossier
de 145 páginas) realizado para la NASA y la ESA a través de la Academia
Nacional de Ciencias de EE.UU. corrobora las apocalípticas predicciones para el
año 2012. El informe dice que se espera para el 2012 una tormenta solar que
dará al traste con todos los sistemas vivos en la Tierra. Es la primera vez que
algunos de los científicos de la NASA están empezando a creer las profecías de
los mayas y los indios hopi. Estas personas predijeron el final de la Quinta
Era (actual) con una gran tragedia cósmica. Y la NASA dijo en lo publicado por
la Academia Nacional de Ciencias, que es un motivo de preocupación lo que
estamos publicando a continuación. En este número se habla explícitamente de
los riesgos potenciales de una serie de eventos catastróficos que se sucederán
a lo largo de 2012. Estos eventos se caracterizan por el bombardeo de tormentas
solares reales y por enjambres de un asteroide.
Esto es lo que llevo a la idea de
recoger semillas que se mantienen en la isla de Svalbard, ¿No se han percatado
de ello? El túnel que fue construido hasta Svalbard está situado a medio camino
entre Noruega y el Polo Norte, y tiene la capacidad de contener 4,5 millones de
diferentes muestras de semillas. Ya que cada muestra contiene 500 semillas de
promedio, alrededor de 2,25 millones de semillas pueden ser contenidas. Están
situadas en la región ártica de almacenamiento para el caso de una futura
catástrofe que podría eliminar los cultivos alimentarios. La posición ha sido
cuidadosamente escogida después de realizar una consulta a varios científicos,
con la finalidad de ofrecer la máxima protección a las semillas. Se ha
construido un túnel subterráneo de 120 metros dentro de una montaña, y a una
altura de 130 metros sobre el nivel del mar, en el permafrost, a fin de que las
muestras permanezcan congeladas, incluso sin electricidad, como nos comentó el
astrofísico experto en amenazas del espacio Jacco Van der Worp y Marshall
Masters experto en materia rocosa espacial y la crisis climática de 2012.
"En 2012 existe la amenaza
de la reaparición de un poderoso fenómeno magnético que traerá como
consecuencia la perdida de las comunicaciones en todo el globo terrestre."
comenta Marshall. La noticia pone los pelos de punta, en primer lugar, se perderá
toda comunicación, olvidense de la red (por supuesto inalambrica), por
teléfono, a través de bluetooth, a través de satélite. Las alarmantes
consecuencias del escenario pintado por la NASA en 2012 ponen en peligro, de
hecho, la vida cotidiana de todos y, la seguridad nacional de cualquier país,
incluso con un mínimo sistema de telecomunicaciones. Esta situación se
producirá en la denominada "fase activa", que atraviesa el Sol cada
11 años, durante este período, nuestra estrella puede generar tormentas magnéticas
más o menos potentes, capaces, según la mayor o menor intensidad, dejar fuera
de uso los satélites, es también una amenaza para la seguridad de los
astronautas o, en casos excepcionales como el previsto para 2012, representar
la destrucción de los sistemas de telecomunicaciones y de distribución de
energía. Cuando estos sistemas caigan y hagan saltar en cascada otros
secundarios rápidamente, traerá consecuencias muy graves: "El impacto de
la tormenta podrían caer sobre las estructuras interconectadas, con efectos
devastadores: la distribución del agua potable se hará del todo imposible en
pocas horas, se perderan los alimentos que se encuentren en camaras en el
espacio comprendido entre 12 y 24 horas, los meios de transporte también se
verán afectados", preve Jacco. Pero lo que es peor, escribe el equipo
dirigido por Daniel Baker, director del Laboratorio de Física Atmosférica y
Espacial de la Universidad de Colorado, es que "los servicios de
emergencia podría ser interrumpido y el control sobre el país perdido". La
única forma de minimizar los problemas es mantener una observación permanente
del Sol, vigilar y estudiar con detalle las tormentas magnéticas, y de
intervenir a nivel tecnológico para fortalecer las infraestructuras relativas a
las comunicaciones. "Un fallo catastrófico de la infraestructura y del
gobierno, tanto en el espacio como en la Tierra, puede ser mitigado por el
aumento de la preparación de la gente sobre estos temas, el fortalecimiento de
las estructuras en desarrollo vulnerables en previsión de las tormentas
solares", comenta Baker concluyendo la investigación, "Sin acción o
sin planes de prevención, la mayor dependencia de tecnología avanzada, pero
sensible a los fenómenos del espacio puede hacer nuestra sociedad muy vulnerable
en el futuro y enviarnos a la edad media". Leer el informe especial que en
estos días y en las manos de la NASA y la ESA.
Los científicos alertan de la
posibilidad de una tormenta solar «catastrófica».
El fenómeno tiene la potencia
necesaria para acabar, de un solo golpe, con la tecnología del mundo moderno.
Los expertos están, esta vez,
todos de acuerdo. Una tormenta geomagnética como la que se produjo en la Tierra
el pasado año no es un fenómeno aislado. Y a pesar de que la que nos golpeó
la semana pasada, hasta ahora la más potente del actual ciclo solar, no tuvo
mayores consecuencias, en futuras ocasiones podríamos no tener tanta suerte. Un
fenómeno similar, en efecto, tiene la potencia necesaria para acabar, de un
solo golpe, con la sociedad tecnológica del mundo moderno.
Una tormenta solar lo
suficientemente fuerte, en efecto, podría desestabilizar, incluso de forma
catastrófica, una buena parte de nuestra tecnología. El mundo moderno,
afirmaron el sábado diversos especialistas durante la reunión de la Sociedad
Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), depende en exceso de la red de
satélites. Navegación marítima y aérea, sincronización entre computadoras,
redes de telecomunicaciones, sistemas GPS, aparatos electrónicos de todo
tipo... Tecnologías, todas ellas, extremadamente vulnerables a los
"cambios de tiempo" espacial.
Las consecuencias serían
nefastas, en caso de una gran tormenta solar, para la red de satélites que
orbitan la Tierra, muchos de los cuales quedarían literalmente
"achicharrados", pero también para las centrales eléctricas de todo
el mundo, cuyos transformadores quedarían inutilizados provocando cortes en el
suministro de electricidad que podrían durar semanas, e incluso meses.
El problema es la dependencia
sobre el Sistema de Posicionamiento Global, GPS
El problema radica en que la raíz
de la vulnerabilidad del mundo moderno radica en su dependencia de los sistemas
de posicionamiento global, o GPS, sin los que ya no sería posible la navegación
marítima y aérea, ni la sincronización de las redes informáticas y los equipos
electrónicos, según declaró el director del Centro Conjunto de Investigación de
la Comisión Europea, Stephan Lechner.
"El GPS nos ha ayudado,
aseguró Lechner, pero también nos creó una nueva dependencia" que se
extiende desde el sector aeroespacial a la producción digital de radio y TV, a
los servicios financieros y a las agencias gubernamentales. Sólo en Europa,
afirmó, existen 200 operadores de telecomunicaciones y "ninguno de ellos
está estandarizado".
Juha-Pekka Luntama, de la Agencia
Espacial Europea, afirmó que no podemos decir si habrá una gran tormenta en los
próximos seis meses, pero sí podemos decir que se dan todas las condiciones
para que esa tormenta se produzca".
Conclusión
Finalmente se dice que, ante la
actual imposibilidad de prevenir una tormenta solar capaz de provocar una
catástrofe global y posible extinción de la humanidad, no siendo menos
importante la ocurrida el 7 de junio del año 2011, los
gobiernos del mundo deberían elaborar estrategias de cooperación que les
permitieran compartir toda su información vital, anticipándose así a los daños
locales que esa tormenta podría provocar. Por desgracia, y a pesar del
despliegue actual de medios, seguimos sin saber cuándo esa tormenta devastadora
podría llegar a producirse, aunque se sospecha de que en la actualidad los
organismos encargados de la observación del Sol ya saben que una próxima
Tormenta Solar determinante ocurrirá en los próximos meses poniendo en peligro
la vida sobre nuestro planeta Tierra como ciclo natural del astro rey; por lo
cual, la dependencia actual de nuestras telecomunicaciones de satélites
artificiales que gobiernan la vida humana debe ser minimizada y crear otras
formas de energía.
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