Cómo todo comenzó.
Corría el año 1934. A orillas del lago Michigan, en Chicago, tres personas, dos hombres y una mujer, empezaron a recibir a través de la telepatía y escritura automática una serie de capítulos que profundizaban la historia cósmica de la Tierra. Estas revelaciones eran “dictadas” por entidades no humanas —¿entidades de otras dimensiones?— que se identificaban en los mensajes como “Portador de Vida”, “Censor Universal”, “Consejero Divino”, “Perfeccionador de Sabiduría”, entre otros nombres.
Con el transcurrir de los años, se recibió una gran cantidad de información. Pero no se divulgó abiertamente.
El grueso manuscrito que reunía las enseñanzas de aquellos seres terminó encerrado en una caja fuerte de un banco de Chicago. Y allí permaneció hasta 1950, cuando fue sacado a la luz por un grupo interesado en sus revelaciones. Unas cincuenta personas, todas ellas con profesiones importantes —médicos, psiquiatras, banqueros— crearon en torno al manuscrito una fundación que protegiera su conocimiento y promoviera su estudio.
Se autodenominaron “Fundación Urantia”.
Urantia es el nombre que los supuestos seres de otros mundos le otorgan a la Tierra.
“El Libro de Urantia”, como hoy en día se le conoce mundialmente, es probablemente el libro canalizado en tiempos modernos más importante.
Sus revelaciones, se dice, ha “inspirado” a diversos grupos de contacto extraterrestre y “canalizadores”, e inclusive a investigadores y reconocidos escritores como el periodista español Juan José Benítez, de quien se afirma empleó párrafos enteros de Urantia en sus libros “Caballo de Troya” y “La Rebelión de Lucifer”.
Como fuere, el misterioso texto, que cuenta con un sinnúmero de ediciones y traducciones a varios idiomas, se resume en cuatro grandes capítulos que detallan la estructura del cosmos, la vida inteligente en el espacio, la Tierra y su historia, y aspectos desconocidos de la misión de Jesús.
He aquí su contenido:
I PARTE
El Universo central y los superuniversos
El universo de los universos
II PARTE
El Universo local
Nuestro sector de la galaxia
III PARTE
La historia de Urantia
Urantia es el nombre de nuestro planeta
IV PARTE
La vida y las enseñanzas de Jesús
El Hijo del Hombre y el Hijo de Dios
¿Seres extraterrestres que vienen de lugares muy muy lejanos para enseñarnos un cristianismo reformado? es decir, ¿Gnosticismo?
¿Fué William Samuel Sadler su fundador?
William Samuel Sadler era hijo de Isabelle Sarah Wilson y Samuel Calvins Sadler . Sadler nunca fue matriculado en escuelas públicas, a pesar de su falta de educación formal era un ávido lector.
Se mudó para Míchigan cuando aún era adolescente para trabajar en el Sanatorio de Battle Creek. Allí conoció a médico en salud alimentaria John Harvey Kellogg (médico adventista y promotor del veganismo extremo a principios del siglo XX y director del sanatorio de battle creek), co-fundador de la empresa Kellog. Sadler se formó en el Battle Creek College y posteriormente trabajó para el hermano de John Kellogg, William K. Kellog como vendedor de alimentos saludables.En 1897 Sadler se casó con la sobrina de John Kellogg, Lena Celestia Kellogg.
Sadler escribió sobre muchos temas. En 1909 publicó su primer libro, fue un trabajo evangélico. Muchos de los libros de Sadler se encuentran en los tópicos populares de autoayuda. En 1936 publicó Teoría y práctica de la Psiquiatría, un trabajo de 1.200 páginas en que intentó dar un esbozo detallado de la psiquiatría.
En 1910 viajó a Europa para estudiar psiquiatría con Sigmund Freud en Viena
Durante más de una década Sadler —que se dedicaba a encontrar explicaciones racionales a los fenómenos espiritistas de su época— se mantuvo escéptico sobre el origen y contenido de los documentos recibidos, hasta que finalmente concluyó que eran de origen sobrehumano y se convirtió en un estudioso y promotor de la revelación de Urantia.
En torno a las comunicaciones surgidas de este sujeto durmiente y junto con otros amigos y ex-pacientes se formó lo que llamaron el Foro, del cual surgió la Fundación Urantia que fue la encargada de publicar en 1955 los documentos recibidos, bajo el título The Urantia Book.
En 1912 Sadler y su esposa se mudaron para una casa de estilo Art Nouveau, en Diversey Park, Chicago. El matrimonio realizaba su práctica médica en esa casa que luego sería la sede, hasta el presente, de la Fundación Urantia.
Saque usted mismo sus propias conclusiones...
¿Un libro de origen divino?
La introducción de esta obra, como no podía ser de otra forma, fue “dictada” por un “Consejero Divino”, una entidad de gran jerarquía espiritual que coordina a otros seres para suministrar las grandes revelaciones en Urantia. En realidad, nos encontraremos con un colectivo de seres a lo largo del texto, todos ellos con distintas funciones y rangos, abarcando distintos temas con una profundidad estremecedora, imposibles de resumir en este artículo.
Pero al menos, para situar al lector en el “escenario” donde se encuentra Urantia —recordemos, el presunto nombre de nuestro planeta en el Universo— citaré textualmente las palabras que emplea la entidad para explicar la ubicación de nuestro mundo en la Creación:
“Vuestro mundo, Urantia, es uno de muchos planetas habitados similares que juntos comprenden el universo local de Nebadón. Este Universo, juntamente con otras creaciones similares, forma el super-universo de Orvontón, desde cuya capital, Uversa, proviene nuestra comisión. Orvontón es uno de los siete super-universos evolucionarios del tiempo y del espacio que rodean la creación de la perfección divina que no posee ni principio ni fin: el universo central de Havona. En el corazón de este universo central y eterno está la Isla estacionaria del Paraíso, el centro geográfico de la infinidad y la morada del dios eterno.
Nos referimos comúnmente a los siete super-universos en evolución asociados con el universo central y divino con el nombre de gran universo; éstos constituyen ahora creaciones organizadas y habitadas. Todos ellos son parte del universo maestro, que comprende también los universos del espacio exterior no habitados, pero en movilización”.
El texto continúa con disertaciones sobre Dios, sobre la “realidad” —que de acuerdo a ellos, los seres finitos la comprenden como algo parcial, relativo y nebuloso—, la “energía”, y otros aspectos relacionados a lo divino.
Adelantándose varias décadas a lo que más tarde afirmarían varios grupos de contacto con seres extraterrestres, Urantia explica cómo se sembró la vida en la Tierra obedeciendo a un plan superior; detalla la denominada “rebelión de Lucifer” en el universo, y diferencia a esta entidad de Satanás, ambos personajes piezas importantes de un rompecabezas cósmico cuyo desenlace final aún está por conocerse. El libro, además, habla de Jesús y la programación de su misión, de su relación con “Micael” (el arcángel Miguel) y la diferencia entre ser un Hijo de Dios y un Hijo de Hombre.
Que casualidad, que de nueva cuenta topamos con entidades que ni ellas mismas pueden evitar mencionar para quién sirven. El gnosticismo es mucho más antiguo que todos éstos libros de "canalizadores", en el cual ya se afirmaba dicha "rebelión de lucifer", que no es otra que afirmar que Lucifer es un libertador, que no es malo, que se ha tergiversado su papel por el de una entidad maligna llamada "satanás"; pero en ninguna sociedad secreta donde se promueva el gnosticismo — como ya hemos visto antes — no se puede negar la relación entre Lucifer con la "Serpiente Antigua" (ha-satan), al contrario la serpiente siempre esta presente como símbolo de la "sabiduría" y de la descendencia portadora de su semilla.
Fundación Urantia.
¿Quiénes dieron estas revelaciones?. Son seres celestes —según afirman sus seguidores y el libro en sí—. Cada ser humano es poseedor de un «Thought Adjuster» o sintonizador de pensamiento, algo así como una semilla divina que está en nuestro interior mediante la cual la divinidad nos habla, se revela y nos lleva a la Verdad. Según estas revelaciones no estamos solos en el universo. Son multitud los planetas habitados, con civilizaciones en distintos estados de desarrollo, esferas celestes y personalidades espirituales. Por otro lado, el surgimiento de nuestra raza terrestre fue ideado como un plan cósmico.
El Libro hace un recorrido por todo el universo, su jerarquía, sus civilizaciones, así hasta llegar al planeta Urantia, donde se cuenta su desarrollo desde la óptica de los seres superiores, y la importancia de la figura de Cristo, todo mediante un relato de 700 páginas, donde se encuentra más de lo que los evangelios canónicos ofrecen sobre la figura de Jesús. Así Jesús no cree en la Trinidad, ni murió por los pecados de nadie, siendo su misión la de recordar a la humanidad sus orígenes —gnosticismo—, ahora olvidados y de esta manera retornar a la Isla Paraíso o comunidad con Dios.
En su credo Jesús no es el Hijo de Dios sino un ser generado por el Padre y el Hijo en el Paraíso, encargado de la redención de esta parte del universo (Orvonton), llamado Nebadon. Se habla, pues, de la existencia de otros redentores en otras zonas del Orvonton, otras figuras extraterrestres. La Fundación Urantia en más de una ocasión ha tenido que salir al paso de otros grupos ufológicos como «I Am» (Yo Soy), que decían que los seres cósmicos estaban canalizando a través de ellos nuevas revelaciones que complementaban al Libro de Urantia.
En pocas palabras, la importancia del Yashua (Jesús) que conocemos se reduce a una simple entidad que es equiparada a otras que supuestamente ha realizado sus mismos trabajos en otros "planetas", pero curiosamente las palabras y el mensaje del maestro son contradecidas al negar que que ha muerto por una causa específica, es decir que todo el cristianismo en sí es una locura, incluido el mismo maestro:
Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Marcos 10:45
Lo repetimos una vez más, no es casual que a inicios del siglo XX, el mago negro Aleister Criwley halla abierto un portal dimensional y justamente después de ésto se desatan inumerables avistamientos, apariciones marianas y entidades con mensajes tan pro-iluminados que a cualquier desinformado agarran desprevenido, es por ello que se debe tener cuidado, porque la mayoría de éstos supuestos libros poseedores de la "verdad" — difícil decir cuál no — son y provienen de las mismas fuentes, las mismas entidades que dan poder y sabiduría a sus intercesores aquí en la tierra —llámense judeo-masones, cabalistas, ilumi-jesuitas, etc... — que curiosamente son quienes financian y fundan todos éstos movimientos, que bien saben que en un futuro las semillas que siembran vienen a florecer en nuestras mentes bien subordinadas y que poco a poco van moldeándolas para instaurar en la sociedad una mente colectiva favorable a sus caprichos y propósitos, pues recuerde que ellos le deben su puesto en la pirámide a dichas entidades...
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