Todo comienza con Zecharia Sitchin (masón), el cuál estudio en Palestina donde adquirió
conocimiento del hebreo moderno y clásico, las lenguas semíticas y europeas, el
Antiguo Testamento y la historia y la arqueología de Oriente Próximo y era uno
de los pocos eruditos versados en lenguas antiguas, con conocimiento, hablado y
escrito, del sumerio, lo que le permitió traducir el contenido de textos de
6000 años y antigüedad y llegar a la conclusión de que los pasajes conocidos de
Génesis del Antiguo Testamento, como muchos otros momentos conocidos de la
Biblia Hebrea, que han sido asimilados en nuestra cultura, como mitos o
parábolas, son en realidad pasajes recogidos de los textos sumerios, su fuente
original.
Estos textos, de 6000 años de antigüedad en muchos casos, recogían
sucesos y crónicas de eventos muy anteriores protagonizados por seres
inteligentes, considerados por los sumerios como superiores o dioses, llegados
de otro planeta.
A mediados de siglo XIX los
arqueólogos descubrieron la antigua capital asiria de Nínive (hasta entonces
sólo conocida por el Antiguo Testamento) y hallaron en las ruinas del palacio
de Assurbanipal una biblioteca con los restos de alrededor de 25.000 tablillas
de arcilla inscritas.
Los conocedores de la cultura
griega y mesopotámica han plasmado la historia, ahora conocidas como mitos, de
dioses y hombres, reflejados en escritos por hititas, cananeos, griegos, persas
e indoeuropeos. Todas esas fuentes atestiguan que beben de fuentes aun más
antiguas, algunas de ellas descubiertas, otras perdidas. Una extensa
comparativa de los llamados “mitos” recogidos por culturas y civilizaciones
como la griega y los hechos ocurridos y plasmados como históricos en las
tablillas sumerias puede encontrarse en el libro “Las Guerras entre Dioses y
Hombres” de Zecharia Sitchin.
Nuevos hallazgos en palentología,
antropología, geología, astrofísica y astronomía no han hecho más que dar la
razón a los que vieron desde el primer momento en el conocimiento recogido en
tablillas sumerias que muchos de esos
modernos descubrimientos ya se conocían y habían sido recogidos en
tablillas de miles de años por los sumerios, que a todas luces fueron los
depositarios del conocimiento de una civilización avanzada que llegó de otro
planeta. Estos seres tuvieron una influencia directa en los acontecimientos
ocurridos en la Tierra a partir de su misma llegada y su propio planeta,
Nibiru, antes incluso de ser habitado, ya había tenido un destino crítico en la
formación del planeta Tierra.
Muchos de estos hallazgos y la
verificación del conocimiento de las tablillas sumerias pueden encontrarse en
el libro “El Génesis Revisado” por Zecharia Sitchin.
Estamos hablando de decenas de
miles de tablillas de arcilla descubiertas en ruinas antiguas de Oriente
Próximo. Algunas hablan de asuntos cotidianos, aspectos laborales o
comerciales, otras conforman los Anales Reales; otras son literatura sagrada o
textos canónicos escritos en sumerio y traducidos después al acadio (primera
lengua semita) y posteriormente a otras lenguas. En algunos de estos libros se
encuentran referencias a libros aun más antiguos, perdidos que se remontan a
seis mil años atrás.
Algunas tablillas describen la creación de la Tierra actual a partir de un planeta primitivo llamado por los habitantes de Nibiru “Tiamat” (dadora de vida) que se partió en dos a raíz del choque cataclísmico con Nibiru, un planeta llegado de muy lejos, que por alguna razón desconocida, se vio atraído por la fuerza gravitatoria del Sol y colisionó con Tiamat partiéndolo en dos. Uno de los satélites de Tiamat, Kingu, dio origen a la Luna y la otra parte del planeta se extendió en lo que hoy se conoce como el cinturón de asteroides, y los sumerios llamaban “El brazalete repujado”.
Uno de los hallazgos encontrados
y que se conserva hoy en el Museo Ashmolean de Oxford son unos prismas de
arcilla con la lista de los diez soberanos antediluvianos, período que abarca
432.000 años de reinado (43.200 años de reinado por cada rey de media, lo que
nos da la clara idea de que estamos hablando de unos seres con una longevidad pasmosa
desde nuestra óptica humana).
La primera ciudad que se fundó fue Eridú. Su santuario inicial allí, una maravilla de la arquitectura en aquellos primitivos días, se elevaría y crecería con el tiempo hasta convertirse en un magnífico templo-morada, el E.EN.GUR.RA («Casa del Señor Cuyo Retorno Es Triunfante»), adornado con oro, plata y metales preciosos del Mundo Inferior, y protegido por el «Toro del Cielo».
Estos textos sugieren que un
testigo presencial de todos los acontecimientos, y quien dictó a un escriba los
más importantes de entre ellos, de una importancia extraordinaria fue EA (en
sumerio, Aquel cuyo hogar es agua). Uno de esos libros, inscrito en catorce
tablillas, (la última con la nota del traductor) explican la llegada a la
Tierra de seres procedentes de Nibiru hace algunos cientos de miles de años con
el objeto de buscar oro necesario para el restablecimiento de la atmósfera
dañada en aquel entonces de Nibiru, su planeta de origen, el cual completa un
Shar (una vuelta a nuestro Sol) cada 3600 años y el cual se acerca, en
ocasiones de forma peligrosa, a nuestro Sistema Solar para completar cada
órbita, provocando situaciones peligrosas y eventos geológicos y climáticos,
tanto en la Tierra, como en Nibiru.
Por supuesto, los llegados
pertenecen a la casa real de Nibiru, son nobles, cuyas normas de sucesión y
herencia, y las disputas por el mandato y el lugar en la jerarquía, ocasionan a
lo largo de los cientos de miles de años, que narra el Libro mencionado,
conflictos enconados y violentos donde hay asesinatos, destierros, castigos,
diferencias de opinión y algunos conflictos bélicos con la Tierra con armas
nucleares incluídas.
Estos seres provenientes de
Nibiru, privilegiados que tuvieron la ocasión de conquistar un planeta
aparentemente no habitado hasta entonces por vida inteligente, pero al mismo
tiempo, y al parecer víctimas de un exilio forzoso motivado por el hecho de
seguir proveyendo del oro necesario para la supervivencia de la atmósfera de su
planeta amado de origen, no son representados como “malos” ni “buenos”; son
capaces de una entrega extraordinaria, de hazañas increíbles, la culminación de
las cuales es la creación de seres inteligentes, concebidos como “ayudantes” en
la dura tarea de extraer el tan ansiado
oro, a riesgo de saltarse algunas normas y leyes existentes en el Universo y
convirtiéndose de esa forma en “creadores”, pero también conocedores de la
envidia, la codicia, la ambición, la insatisfacción, la venganza, el odio y
otros sentimientos considerados por nosotros como “humanos” y los cuales
provocan divisiones entre dos clanes durante cientos de miles de años, el
encabezado por Enki y el liderado por Enlil, su hermanastro.
Tres hermanos, Ea (luego llamado
Enki), Enlil (señor de Mandato, a quien se asigna la Misión de la Tierra) y
Ninki son los protagonistas principales de esta historia, los tres hijos de
Anu, soberano de Nibiru.
El relato sencillamente narrado
resume la historia de cientos de miles de años desde la Llegada de los Annunaki a la tierra hasta el ascenso
de Marduk, el primogénito de Enki, al poder en Egipto. Ellos fueron los
primeros “Annunaki ” que “llegaron a la Tierra del Cielo”. Su Misión y
la de sus descendientes en la Tierra comenzó a complicarse seriamente cuando
decidieron crear al “Trabajador Primitivo”,
no sin antes sortear muchos obstáculos éticos, políticos y técnicos.
Lo importante sobre el origen de
la humanidad es que es un hecho absolutamente único. Aparentemente, a juzgar
por la crónica de Enki, nunca se había oido hablar del hecho de crear un ser de
la nada ya que “todos los seres descienden de una simiente evolucionada a lo
largo de eones”; pero la necesidad de
forjar un Trabajador Primitivo, motivó que se diera via libre a una idea de Ea
( o Enki ) basada en poner la señal de los Annunaki a una simiente ya existente
en la Tierra, homínidos que caminaban erectos en dos piernas hace 300.000 años,
y que vivían entre los animales de las estepas.
Enki convenció a su hermano,
Enlil, quien dirigía la “Misión en la Tierra” de llevar a cabo semejante idea
con un argumento importante: no se trataba de crear esclavos, ya que la
esclavitud había sido abolida en su propio planeta miles de años atrás, sino de
crear “un ayudante”. No se trataba de crear un ser de la nada, algo en manos
únicamente del Creador del Todo, sino de favorecer la evolución poniendo la
marca de los Annunaki en seres homínidos propios de la Tierra. La idea de Enki
no era crear una nueva criatura, sino
“hacer más a su imagen y semejanza a una
ya existente” con una sola gota de la existencia de los Annunaki.
No fue una decisión fácil. Se
preguntaron si era Hado o Destino llevar a cabo tal plan y el Dios Creador de
Todo daría el visto bueno a un plan para salvar de la destrucción a Nibiru o
no. Pero al final se puso manos a la obra y de esta forma Enki, Ninki, su
hermana y Ningishzidda, el hijo de Enki, comenzaron el proyecto. Se trataba de
mezclar una hebra de la esencia del ser ya existente en la Tierra con la otra
hebra de ADN del Annunaki.
Estos relatos tienen 6000 años de
antigüedad y hablan claramente de un proceso de manipulación genética en el que
se planeó el primer bebé probeta de la historia, empleando un óvulo de una
madre homínida y fertilizando el óvulo con material genético (medido en
proporciones exactas con objeto de conferirle la imagen, pero no todas las
capacidades ni ciclo vital), para después insertarlo en una matriz Annunaki.
Tal y como se narra en el Libro
Perdido de Enki, colocaron un óvulo de la hembra vípeda en un recipiente
(probeta) de arcilla (de la Tierra, después de varias pruebas fallidas
empleando material de cristal) y se mezcló con “objetos diminutos” con fórmulas
que contenían la simiente Annunaki (en una clara referencia al ADN) y
posteriomente, una vez fecundado el óvulo de la hembra vípeda lo colocaron en
una matriz Annunaki, concretamente en la matriz de Ninki, la hermanastra de
Enki, tras lo cual hubo concepción y ésta dio a luz un varón sano, sin pelo en
el cuerpo, con los sentidos perfectos y capacidad para hablar, al que llamaron
Adamu (el Adán del Antiguo Testamento).
Posteriormente Ninki se reunió
con siete sanadoras Annunaki de la ciudad y les pidió que aceptaran la tarea de
ser “matrices” para otros óvulos fecundados de la misma forma. Pero esta vez,
colocaron óvulos de hembras vípedas y los fecundaron con la esencia (material
genético) de Adamu, pronunciando una frase de encantamiento enlazando de esa
forma la esencia del Cielo y de la Tierra por parentesco sanguíneo. Insertó los
óvulos en matrices Annunaki y las Annunaki dieron a luz a siete trabajadores
primitivos más.
Viendo que la tarea de crear un
ejército de esta manera era demasiado ardua, decidieron crear a la contraparte
femenina, a la que llamarían “Tiamat ” (con el mismo nombre de la Tierra
primitiva antes del cataclismo) y esta vez cambiaron las esencias Annunaki para
ajustarlas a este fin de creación de una fémina. La matriz de Tiamat esta vez
fue la esposa de Enki, Ninti, quien estuvo encantada con esta tarea.
De esta forma, crearon más
hembras posteriormente para que éstas se reprodujeran de forma natural con los
varones ya creados; sin embargo observaron que no había procreación entre
hombres y mujeres primitivos. Ninguna de ellas tenía descendencia; volvieron a
repasar las “esencias” Annunaki empleadas (las hebras y componentes genéticos
empleados para el proceso) y vieron que las esencias estaban dispuestas como 22
ramas en un Arbol de la Vida, pero no incluían la capacidad de procrear. Se
puede inferir, por lo que viene a continuación, que se estaba produciendo un
rechazo que impedía la procreación. Sin embargo, la presión por crear a
“trabajadores primitivos” para extraer el oro de Africa era cada vez mayor.
¿Qué harían en este momento después de tanto trabajo empleado y de que Enlil
aprobara a regañadientes la operación?.
Ningishzidda, el hijo de Enki,
experto en estos temas, tenía la solución; tal y como se describe en “El Libro Perdido de Enki” durmió a Enki,
Ninki, Adamu y Tiamat y extrajo de la costilla de Enki y Ninki su esencia vital
y en la costilla de Adamu insertó la de Enki y en la de Tiamat la de Ninki,
añadiendo al Arbol de la Vida dos ramas más con fuerzas procreadoras. Sin duda,
todo ello tiene relaciòn con el relato de la costilla de Adan y Eva conocido
por el Génesis y que muchos entendíamos como “mito” o “leyenda”. Parece estar
describiendo algún tipo de implante que permitió que ese rechazo inmunitario
que impidió la original descendencia fuera superado por medio de la inserción
de material genético de dos seres productivos a dos seres sin capacidad de
procreación.
Al igual que en el Antiguo
Testamento, el texto sumerio recoge la idea de que a partir de ese momento, en
que Adamu y Tiamat se “encontraron” y tomaron conciencia de su desnudez y de su
feminidad y virilidad algo cambió por completo. Todo ello horrorizó a Enlil que
creyó que se les había dado a esos seres creados, las últimas porciones de la
“esencia vital” Annunaki y que quizás se les había conferido incluso sus ciclos
vitales (de miles de años de vida) y la capacidad de autocuración y
autoregeneración. Fue entonces cuando el hermano de Enki, Enlil, inseguro con
el proyecto humano desde el principio, decretó que Adamu y Tamat se marcharan
del Edin, donde hasta entonces estaban alejados del duro trabajo, pues el
objetivo original era que permanecieran como “moldes” perfectos de la creación
humana, sólo dedicados a la procreación. Fue Enlil quien decidió que fueran
exiliados allí donde se les necesitaba, al Abzu (Afica Sudoriental) dedicados
de pleno al trabajo de extraer el oro, como todos los demás humanos creados. De
esta forma fueron expulsados del Edin.
Las alusiones a una “serpiente”
maligna hacen una clara referencia al símbolo con que se representaba el propio
Enki, conocedor de los secretos de la manipulacion genética y director de todo
este proyecto de la creación del Trabajador Primitivo.
Y de esta forma la humanidad
comenzó a proliferar; Adamu y Tiamat tienen tres hijos, y el relato de los
acontecimientos que siguieron en gran medida están recogidos con mayor o menor
fidelidad en el Antiguo Testamento, sin embargo, no eran los únicos que
procreaban.
Enki siempre había sido conocido
por sus dotes amorosas y la incontinencia de sus apetitos sexuales.
Una de las tablillas describe
cómo Enki encuentra en el Edin dos hembras de gran atractivo y ambas procrean
de él dando a luz uno cada uno de ellas: Adapa y Titi. Adapa, sumamente
inteligente, se convierte en el primer hombre civilizado. Adapa y su
hermanastra Titi a su vez se emparejan dando a luz a Kain y Abael (en clara
referencia a Cain y Abel).
En el Antiguo Testamento podemos
encontrar multitud de casos en los que el varón tiene por esposa a su
hermanastra (es el caso de Abraham y Sara). Esto está íntimamente relacionado
con la Ley de herencia de los Annunaki, así llamada, de la Simiente, que
convierte en herederos legitimos a los hijos de la hermanastra, antes que al
primogénito, si éste ha sido concebido por una mujer de otra clase social. Esta ley Annunaki marcó el
destino de toda la Misión de la Tierra multitud de veces.
Enki tuvo otro hijo más con otra
terrestre, al que llaman Ziusudra (Noé). Después del gran Diluvio producido,
tal y como describe una de las tablillas, por la cercanía de Nibiru y las
inestabilidades creadas en la atmósfera de la Tierra, Enlil decreta el final de
la Misión en la Tierra (en la forma en
que se había llevado a cabo hasta el momento) y se niega a salvar a la
humanidad; nunca había visto con buenos ojos el proyecto de creación humana y
aprovecha el momento para obligar a todos por juramento a que ningún humano sea
salvado de la catástrofe. Sin embargo, Enki, su hermano y creador intelectual
del “trabajador primitivo” tiene una visión o sueño que le dice que debe salvar
a Ziusudra, su hijo, dándole instrucciones claras sobre cómo construir una
barcaza cerraza y sellada con pez, donde se colocan algunos pequeños animales
(las esencias de otros mamíferos y plantas ya habían sido extraidas y
conservadas por Enki para evitar el fin de la vida de la Tierra y poder
reconstruir la vida tras el Diluvio). De esta forma, Ziusudra, así como algunos
descendientes de Kain en otra parte del mundo, ya que habían sido desterrados
del Edin tras el asesinato de Abael a manos de su hermano, se salvan del
Diluvio.
¿Se han podido encontrar la
prueba de alguno de estos hechos narrados en las tablillas sumerias?
Sorprendentemente sí y además no
una ni dos, sino múltiples pruebas. He aquí sólo algunos de ellos:
1. Los descubrimientos de objetos
estelares como satélites o planetas de nuestro Sistema Solar que se produjeron
a finales del siglo XX ya se mencionaban en tablillas de miles de años de
antigüedad (ver referencias “El Génesis Revisado”) demostrando que el
conocimiento sumerio de nuestro Sistema Solar era muy superior al nuestro.
2. La naturaleza física y aspecto
de algunos de los planetas de nuestro Sistema Solar, así como su composición,
como es el caso de Urano, Neptuno o Júpiter ya se mencionaban en las tablillas
sumerias (ver referencias “El Génesis Revisado”).
3. Hechos asombrosos como el
descubrimiento del ADN mitocondrial han demostrado que todos provenimos de una
misma “Eva” primitiva.
4. El laboratorio genético en el
que Enki y su hermana Ninki trabajaron en el diseño de un trabajador primitivo
que pudiera reproducirse se situó en el Abzu (Africa Suboriental) que fue el
territorio que Anu, padre de Enki y Enlil le concedió para el mandadto a Enki
en la Tierra, después de darle e Enlil el honor de ser “El Señor del Mandato” y
gobernar en Eridú, ciudad donde se situó el primer Edén. El Abzu es el
territorio de Africa Sudoriental que corresponde a Kenia, Etiopía y Somalia.
Los últimos hallazgos científicos sitúan al primer Homo Sapiens Sapiens en
Africa, en la región de Etiopía, hace unos 200.000 años.
¿Contradice todo esto plenamente
a los conocedores del Antiguo Testamento que defienden el origen histórico de
los hechos que narra?. No exactamente. En realidad, los primeros interesados en
conocer el contenido e información de las tablillas sumerias deberían ser los
propios defensores de la Biblia ( en particular el Antiguo Testamento ) y de la
idea de que ésta refleja hechos históricos, especialmente en su versión hebrea,
menos manipulada por posteriores interpretaciones linguísticas y religiosas. El
mismo Sitchin asegura que “un día” de la Biblia equivale a 1000 años y que al
margen de este hecho particular, relacionado con la cuenta sumeria, y a tener
en cuenta, los hechos mencionados en el Antiguo Testamento son literales y son
reflejo de acontecimientos ya recogidos en crónicas y tablillas sumerias.
Un ejemplo de mala interpretación
que ha dado origen a muchos problemas es que la Biblia Hebrea recoge la palabra
“Elohim” o “Dioses” (es una palabra plural), algo que no se respeta en las
posteriores versiones cristianas y que modifica completamente el sentido
original.
3 comments:
Adan y Eva al comer del Fruto entregaron las llaves de su reinado a Satanas que luego se manifesto como un dios en el pasado y calleron en manos de los demonios llamados Annunakis que ellos hecharon del Eden a Adan y Eva y fueron a trabajar por oro para los semidioses , la humanidad cayo en manos de el Oscuro plan del maligno que aun hasta nuestros dias actua de la misma manera a traves del Ojo que todo lo ve , y aun hoy en dia trabajamos por este oro para entregarselo al reino maligno del Ojo
Estos demonios actuaban bajo un solo dueño el dios mayor Anunnnaki, y para destruir los planes de Dios Utilizo los conocimientos en Genetica para anipular geneticamente a los seres Humanos , hasta mezclo Adn humano con monos para crear seres torpes hombres monos que no les funcionaron , asi se procrearon ellos mismos con los humanos para crear los Nefelin , Los semidioses que en todas las civilizaciones hablan sobre estos seres hijos de los dioses con extraordinaria fuerza , pero Dios se horrorizo de esto que mando un diluvio para eliminar esta aberracion , luego de esto los Sumerios sobrevivientes del diluvio escribieron todo en piedra mandados por los mismos dueños del mundo Annunakis , que Adan y Eva entregaron sus llaves y fueron exclavizados . El ADN Annunaki es el pecado y linaje imperfecto de Adan y Eva por eso este Adn se muestra como una serpiente, una serpiente que es el linaje de la imperceccion humana , llevamos esa serpiente en nuestro cuerpo
Aun asi se volvio a crear el plan de contruir la torre de Babel , con objetivo de unir la humanidad en un solo pensamiento para poder ser dominados nuevamente liderado por NINROD,SEMIRAMIS Y TAMUZ decendientes directos de los sumerios para crear El Nuevo Orden Mundial , aun liderado por los Annunakis que actuan desde las sombras
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